lunes, 18 de agosto de 2008

Sólo agua

Ella dijo "somos agua en un 70% Paula, a veces pienso que debían licuarnos al morir.. lo pensé por la sequía".

"Vamos mamá, quién va a beber agua de muerto".

.. Y entonces se hizo la luz.

El índice de asesinatos aumenta radicalmente, la muerte de unos, la vida de otros. El agua que contiene el cuerpo humano convertida en un manjar que saciará la sed de multitudes de morbosos y desviados. Los vampiros del siglo XXI, intrépidos exploradores que atisban la fuente de la juventud.

"Harían perfumes, ¡y cremas!"

Y quizás después de todo no haya más desviados que nosotras.

Un "te quiero" desde la delgada línea que separa tantos mundos, en la que se cruzan nuestras vidas.

Natural..

Las cosas no son tan simples cuando uno crece amigos. Las convicciones que uno tiene por norma, los fundamentos básicos de una vida, se rompen en pedazos de repente una mañana.

Y es que contrario a la creencia que mantienen los jóvenes, no sólo existen la noche y el día, no. Existen en este mundo dos tipos de días: los Días Naturales y los Días Laborables.

Que Dios creó el mundo en siete días es un hecho relativo, pues la Biblia habla sólo de días naturales, pero bien podíamos decir que lo creó en 6 días laborables (Dios, amigos, trabajaba los Sábados).

Todas estas ecuaciones lingüísticas tienen un único fin: torturar al empleado.

Y es que servidora, recién estrenada en el duro mundo laboral, se paró el otro día a pensar en las vacaciones que este año no tendrá llegando a una fatal conclusión: Cuando el burgués dice que tenemos 30 días de vacaciones MIENTE, y miente gracias a un tecnicismo, a un apunte fácil de pasar por alto, y es que se refiere a días Naturales, los 7 días que el Creador desperdició dando forma a este mundo, incluído ese Domingo que dedicó a descansar.

Así esos ansiados 30 días de vacaciones se reducen drásticamente. El burgués se cree magnánimo regalando fines de semana.

Yo vomito sobre el burgés.. Natural.

martes, 12 de agosto de 2008

Canción de Hielo y Fuego

Él, sangre de mi sangre, es de hielo. Los sentimientos no atraviesan ese frío y mueren en su interior. Lleva una coraza que le hace inmune al sufrimiento. Tan sólo un alma supo traspasar esa barrera y tocar su corazón. Conoce así la felicidad, y el dolor lo olvida, lo difumina, lo hace desaparecer, lo congela y lo rompe en mil pedazos.

Yo, sangre de su sangre, soy de fuego. Impetuosa y salvaje la alegría y el dolor avivan mi llama y y sé reir y llorar. Pero el sufrimiento me quema por dentro, convirtiendo mi corazón en cenizas una y otra vez. Intento sin resultado acabar con esa chispa que me hace sentir, pues temo que quizás algún día este fuego me consuma.

Quisiera ser de hielo y que un alma de fuego me tocara. Quisiera no sentir este fuego que quema y que me quema. Alejar el dolor tal vez a costa de la alegría, y ser fría como la muerte.

Hielo y Fuego, polos opuestos que unidos acabarán con el dolor.