Las cosas no son tan simples cuando uno crece amigos. Las convicciones que uno tiene por norma, los fundamentos básicos de una vida, se rompen en pedazos de repente una mañana.
Y es que contrario a la creencia que mantienen los jóvenes, no sólo existen la noche y el día, no. Existen en este mundo dos tipos de días: los Días Naturales y los Días Laborables.
Que Dios creó el mundo en siete días es un hecho relativo, pues la Biblia habla sólo de días naturales, pero bien podíamos decir que lo creó en 6 días laborables (Dios, amigos, trabajaba los Sábados).
Todas estas ecuaciones lingüísticas tienen un único fin: torturar al empleado.
Y es que servidora, recién estrenada en el duro mundo laboral, se paró el otro día a pensar en las vacaciones que este año no tendrá llegando a una fatal conclusión: Cuando el burgués dice que tenemos 30 días de vacaciones MIENTE, y miente gracias a un tecnicismo, a un apunte fácil de pasar por alto, y es que se refiere a días Naturales, los 7 días que el Creador desperdició dando forma a este mundo, incluído ese Domingo que dedicó a descansar.
Así esos ansiados 30 días de vacaciones se reducen drásticamente. El burgués se cree magnánimo regalando fines de semana.
Yo vomito sobre el burgés.. Natural.
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1 comentario:
sutil... ^^
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